miércoles, 5 de agosto de 2009

L a v i a p a r e c e r

La vi aparecer.


Se le notaba la inocencia en las costuras de su ropa, alguien había unido esa tela como si de un escudo se tratase, habían cosido ese vestido para proclamar la inocencia y ella se lo puso pidiendo a gritos que le quitara las penas.
Mis ojos babeaban sus pasos, mi mente desnudaba su alma y es que estoy seguro de que ese vestido me hablaba. Me pedía que mordiese sus romanticismos, acariciase su ética y lamiese sus costumbres… me conto que esos labios que sin decirlo gritaban pecado, sabían cantar. Las horquillas dejaban sus sueños enredados en su pelo, su pelo…color mandarina, me hacia intuir que debajo de aquel vestido charlatán había una constelación de estrellas para contar entre sábanas y bambalinas. Le gustaba ir al galope con la esperanza de que la vida fuese más deprisa, y no le echaba azúcar al café para recordar que estaba viva…

La vi aparecer y susurro

“me quito el vestido, a cambio de mentiras”