Allí con la mirada perdida y los cristales en la mano, se
aferro a la idea de que nada estaba roto…la sangre goteaba acompasadamente por
el final de su mano y ella totalmente ciega de pena reprimía los ratones de su
estomago, la presión de la tráquea por estar encarcelando lo que acurrucada y a
oscuras tarde o temprano explotaría haciéndola mil cristales, que recogería
aferrándose a la idea de que no estaba rota….
Nos rompemos, nos rompemos y nuestros pedazos quedan
colgando en la inercia del tiempo, aferrándose a ser un lastre, un parasito del
vacío de los pensamientos sombríos que fingimos mejor, nunca haberlos pensado.
Allí con la mirada perdida y los cristales en la mano, dejo
su cuerpo al incontrolable vaivén de las vibraciones de su estómago, permitiendo
que se esfumase cualquier tipo de preferencia que incluyese seguir, porque era
todo vacio y quería seguir siéndolo, un ratito más hasta que acurrucada y a
oscuras explotase haciéndose mil cristales, que recogería más tarde aferrándose
a la idea de que no estaba rota…
miau
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